En 1997 fue declarado, por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad y Monumento Natural en 2002.
Su importante se debe a que es considerada la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio Romano.
Esta montaña, ofrece un aspecto peculiar por los profundos desgarrones y barrancos de barro que se han ido formando por el sucesivo hundimiento de las galerías subterráneas.
En 2016 fue nombrado como uno de los diez rincones naturales más impresionantes de España.
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